AGENTES E INFORMACIÓN PREVIA
La redacción del proyecto propone el desarrollo en un espacio vacío anexo al Molino del Duque situado en c/Molinos y con acceso desde c/Doña María Coronel de Aguilar de la Frontera.
Dicho Molino fue objeto de una intervención de rehabilitación en 2003 para permitir la adaptación como Centro Cultural de carácter público.
Se incorpora el programa de necesidades elaborado por el promotor, y unas pautas y criterios básicos de intervención derivados del análisis histórico, morfológico y arquitectónico tanto del edificio existente cómo de todo el ámbito del mismo.
El conjunto, a lo largo de los último años, fue objeto de múltiples operaciones de segregación, que en general han derivado en la demolición de la mayoría del edificio original. De ese conjunto, queda una de las torres con sus dos naves, parte del patio y una serie de muros de la estructura original.



PROGRAMA DE NECESIDADES
Tras un análisis del conjunto del Molino del Duque, pudimos realizar una primera aproximación a las necesidades y oportunidades que nos planteaba el solar. Surgen así, las dos estrategias de actuación:
- Vaciado de escombros del ámbito de actuación, poniendo en valor los paños de muro del edificio original y usándolos para albergar en su interior la nueva arquitectura.
- Colmatación del ámbito con una nueva edificación que se plantea como continuación tipológica de la nave existente, con una definición de volúmenes que se dividen en dos partes, una nave con proporciones similares a la de la almazara con cubierta a dos aguas, y otra que sirve de acceso a las salas del Molino y a la nueva edificación.
De esta manera surge una nueva edificación fruto de la antigua configuración del edificio, utilizando los antiguos muros para albergar la nueva edificación, pero separándose de ellos para poder abrir huecos que den iluminación y ventilación natural a la nave.
El volumen de acceso juega el papel de icono visual y contrapunto entre la antigua y la nueva nave, creando así un claro acceso a las mismas. Éste se separa de la nave de la almazara marcando el límite entre lo existente y lo nuevo, usando un volumen más pequeño para conectar el acceso con el Molino antiguo.
La actuación se divide en dos plantas, la baja que alberga el acceso general, un recibidor, los aseos, la nueva entrada al Molino, un despacho y la Sala que da cabida a un Centro de Formación; y el sótano donde se plantea una zona de oficinas y un almacén para el conjunto.

